miércoles, 28 de marzo de 2012

MARZO EL MES DE LA BODAS, ¿SERA POR LA PRIMAVERA?





Y seguimos con la segunda boda del mes…

Ahora fuimos a la boda de mi amigo Omar, y retomamos el tema tradicional de las bodas salpicado de todos esos ritos que se hacían todavía hace algunos años y que la verdad no había vuelto a ver hasta esta vez.

Llegamos muy puntuales al templo, aun estaba otra boda celebrándose, esperamos, no había señales de los novios. De repente ya eran las seis, entre que salían los de la boda anterior y llegaban los siguientes se hizo un caos en el estacionamiento del templo. Y no falla, siempre hay alguien que cree que si se pone en un lugar de 2 m cabe perfecto y no estorba, aunque la mitad del coche este obstruyendo la salida.

Al fin llego el novio, con una gran sonrisa, y la novia llego a los cinco minutos. Platicamos con él antes de entrar, no podía dejar de escurrir felicidad y nervios, aunque diga que no. La novia igual.

El sacerdote dijo que iba a hacer ágil la ceremonia porque ya “estábamos atrasados”; sin embargo, cuando fue el sermón se extendió un poco pero dijo algo muy interesante: los hombres buscan a la mujer del pasado, frágil, dependiente, sumisa, abnegada, porque les da miedo la mujer del hoy. Y las mujeres buscan al hombre del futuro, sensible pero no llorón, con autoridad pero no autoritario, que coopere pero no mandilón, comprensivo. Obviamente solo hubo risas entre los que asistimos.

Igual cuando toco el tema de los hijos, “los hijos que Dios te mande”, no fue de “te aguantas y te callas y nada de usar globitos mejor te bañas con agua fría”. Más bien fue algo así de: aceptas los hijos que puedas educar, formar, darles lo necesario, cuidarlos, atenderlos como se debe, con responsabilidad y amor. Qué diferencia no?

A mi pal y a mí nos toco llevar los recuerdos, cuando pregunte que sería bueno la novia me dijo que le gustaría salir de la iglesia acompañada del novio y de burbujas. Así que, después de una odisea para conseguirlos y de repartirlos, esperamos en la puerta a los novios. Creo que un niño en el parque hubiera aventado más bombas de jabón que todos los que estábamos ahí reunidos, seguidos con unos proyectiles de arroz que no sabemos a quién se le ocurrió llevar.

Después de las felicitaciones corrimos para el salón donde iba a ser la boda por lo civil. Fue algo relativamente rápido.

Y comenzó la fiesta. Bien dicen que el orden de los factores no altera el producto. Lo primero fue la cena, muy rica y bastante, acompañada con música ambiental, enseguida los novios bailaron su canción, no hubo vals. Cuando ya estaban los platos limpios y todos listos para empezar a bailar, que llega el mariachi. Una hora completita de mariachi. Fue algo no esperado porque regularmente el mariachi es al final ya cuando estás bien entonado.

Al terminar esa hora, el grupo continuo tocando sobre todo salsa, cumbias y algo de rock&roll de los 60’s, de repente hubo una pausa y comenzaron los rituales que les comentaba al principio.

Aventar el ramo, por más que se estiraron no lo alcanzaron, se me hace que estaba ya destinado para alguien. Después la liga, y es algo que mi pal me pregunto que porque pero la verdad no tengo idea. Enseguida a quitarle la ropa al novio y aventarlo por los aires, jajaja, tampoco sé porque. Algo que no había visto es que cuando la novia estaba vistiendo al novio, le puso un mandil, nos gano la risa, más cuando le dieron escoba y se puso a barrer en señal de disposición para ayudar en la casa. Y obviamente no podía quedar atrás la famosa “víbora de la mar” donde más que padecerla es sufrirla, sobre todo la que va al final rezando que no se estampe con el primer muro que se le atraviese; cuando toco el turno a los hombres era mas de todos contra el novio, pero por más que hicieron no pudieron tirarlo. Mi pal se animo a jugar esto, junto con los demás de la mesa, pero en una vuelta ya no lo vi, hasta que regreso a la mesa con el zapato en la mano, se le había salido. Otro de los ritos olvidados era pasar con un zapato de la novia para pedir “cooperación”, igual con la camisa del novio, pegarle billetes con alfileres a la camisa.

Los novios anduvieron en las mesas compartiendo con sus invitados a la hora del pastel. Mi pal me decía que porque se iban los novios primero si la tradición es que sean los últimos; pero en este caso tenían ya listo el boleto de avión para irse de luna de miel a Cancún durante una semana, así que no podían ser los últimos esta vez.

Y ese fue nuestro mes de bodas, muy representativas y muy diferentes, pero cualquiera de las dos como un excelente evento para recordar.

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