jueves, 17 de mayo de 2012

LUDITA O FAN DEL SMARTPHONE.

Otro tema en el que mi pal y yo no coincidimos: el uso de la tecnología y todo lo que implica. El ama la tecnología, sus redes sociales y todo lo que tenga que ver con internet.

Yo soy una ludita, o sea alguien que se resiste o niega a manejar las últimas novedades tecnológicas (en este concepto también entran los que compran su Smartphone y les cuesta trabajo manejarlos además de otros artefactos tecnológicos).

Algo de historia.
Esto de ludita no me lo invente, viene desde la Revolución Industrial, cuando se empezaba a cambiar la mano de obra por maquinaria moderna. Lo que preocupaba a los luditas con respecto a la tecnología era que ésta iba a reducir sus salarios, esa es la esencia del término.
Hubo lo que se llamó "negociación colectiva por medio de disturbios"  ya que destruyeron maquinaria, quemaron fábricas y los “luditas” se enfrentaron con el ejército.

Ante estos hechos la respuesta del Estado fue brutal. En los juicios, 25 luditas fueron ahorcados y otros 63 desterrados. Hasta aquí de historia.

En estos tiempos, cuando la tecnología está por todos lados, hasta en el baño, el término ludita se está haciendo más popular. De hecho utilizar el término para calificar a alguien que hace caso omiso de Twitter o se niega a usar una tablet o como sinónimo de tecnófobo es relativamente reciente.
Hay muchos ejemplos. Cuando te molesta el sonido de los teléfonos celulares en momentos o situaciones inadecuadas, digamos una clase, una conferencia; y para colmo se atreven a contestarlo y ponerse a platicar, puedes ser ludita.

Cuando no entiendes como todo lo quieren tratar por correo electrónico, aunque tengan a la persona en la oficina de lado. Cuando te sientes irritad@ porque estas contándole todo lo que te paso en la semana a tu amig@ y te das cuenta que está tratando de encontrar una red para su Smartphone.

Mi pal y yo no estamos del todo de acuerdo en este aspecto. El usa mucho la tecnología para relacionarse, no digo que este mal, simplemente le comento que el contacto humano también es importante. No es lo mismo verte a través de una pantalla que tenerte a un lado y abrazarte.

Algo mas en contra es que la tecnología puede ser muy costosa y “pasa de moda” muy rápido, como los celulares que en un mes el modelo que compraste tiene una nueva versión remasterizada y con nuevos juegos.

Una anécdota de mi pal, con eso de los teléfonos, es cuando traía su celular Nokia de los que aun eran monocromáticos, pero eso si “excelente recepción” era su propio coco wash para no gastar en uno nuevo que ya había visto, analizado, preguntado precio y el tiempo de entrega, pero que el costo era lo que no lo acababa de convencer, se negaba a gastar tantos miles en un teléfono porque decía “para que quiero todas esas funciones que trae si solo ocupo llamadas y mensajes” (lo siento pero me sigo riendo).

Cuando lo acompañe a verlo preguntamos todas las características, las ventajas, desventajas, programas, aplicaciones, wi-fi, etc., le brillaban los ojos cuando lo tenía en sus manos. En ese momento yo ya sabía lo que él no quería aceptar, ese era su próximo celular. Lo raro con mi pal es que me toco convencerlo de que ese era el celular que ya había decidido comprar pero que el aun no sabía, jajajaja. Fueron como dos meses de convencimiento hasta que por fin cedió. Ahora creo que para lo que menos lo ocupa es para hacer llamadas y mensajes de texto y cada día descubre que puede hacer algo más con tantas aplicaciones.

Yo uso la tecnología solo para lo indispensable, por cuestiones del trabajo o por la escuela, el celular es para llamadas y  mensajes, cuando tiene crédito, y la lap raramente sale de mi casa a buscar otras redes donde conectarse. Sin embargo, mis libros si viajan muy seguido en la cajuela del coche.
¿Preferir un libro tradicional a uno electrónico te hace "ludita"? es cuestión gustos, pero prefiero pasar la página y poder guardarlo en mi librero.

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