Dicen que a todo lo bueno hay que aprenderle lo bueno y asimilarlo; y a todo lo malo, aunque no lo parezca, tiene algo de bueno, descubrirlo y conservarlo como aprendizaje. Las situaciones que se van presentando a lo largo del día se prestan mucho para llevar a cabo este ejercicio.
Hace poco mi hermana se compro su coche, iban por un compacto y regreso con un mega yate, cosa que le comente pero que dijo que solo lo quería para moverse junto con la sofí. A partir de ese día tengo que apurarme más en la mañana para alcanzar a mover el coche de ella, que esta deja estacionado enfrente de la cochera, y después sacar al “rápido y furioso”, un platina amarillo sol muy correlón… esto la verdad me trae algo de molestia porque tengo que encender dos coches, mover dos coches y tengo el tiempo contado por las mañanas, sin embargo lo bueno es que cada vez voy mejorando en mi tiempo para hacer toda esta maniobra, hoy fueron menos de dos minutos para dejar la cochera vacía… pero la parte buena que debo aprender es que algún día podre ser una excelente valet parking…
Apenas agarrando carrera para no llegar tarde al trabajo, y dando una vuelta continua, un señor con cara de “paisano en chilangolandia” empieza a atravesar la avenida, pensando que todos los coches circulamos en la misma dirección solo voltea hacia un lado, por supuesto que no me ve, y comienza a entre caminar y correr pero de repente se detiene, quizá pensando que estaba a media plaza viendo un mapa mental, ante esto trato de evitarlo como puedo pero su indecisión de caminar o no caminar solo me hace tocar el claxon (cosa que odio en demasía) para que me vea y reaccione; lo simpático del asunto es que el monito voltea me mira, sonríe y le apura a cruzar la avenida… claro que me lleve el gran susto, mi special k con yogurt se hizo batido con el yakult, y comenzó un poco a dolerme la cabeza, pero la parte buena que reafirme es que no debo correr de inmediato dando una vuelta continua ni poniéndose el semáforo en verde porque no sabemos que puede haber más adelante, mejor despacio y ya viendo todo despejado ahora si agarrar carrera…
Por último, y después de estacionar al rápido y furioso, llegue a mi lugar de trabajo, deje mis cosas (mochila, suéter, comida, libros, celular, llaves) en sus lugar y encendí mi computadora, en lo que arrancaba abrí las persianas, revise mensajes y pensaba como le iba a contar todo esto a una persona que es experto en quejas. Inicio el mensajero y…. y… donde está el skype? Donde está el yahoo? Donde está el ares? Ah caray! Antes de irme aquí estaban… he de aclarar que no soy muy adicta a la tecnología como algunas personas, (lo cual respeto pero me parece más importante la relación persona - persona, no persona –computadora), pero por motivos de amistad más que de trabajo tengo todos estos medios de comunicación instalados. Después de mi desconcierto inicial y ante la necesidad urgente de plantear mis quejas, ya incluida esta, pues no me queda otra que volver a bajar todos esos chuches tecnológicos y reinstalarlos en su lugar. Cinco minutos después ya esta platicando mis quejas. Lo malo de esta situación son dos cosas, que no respeten la privacidad de tu lugar de trabajo, porque si la hay a pesar de ser un lugar público, y que se den el lujo de quitar cosas de computadora. Ahora lo bueno, a pesar de esto me sigue agradando la idea de no tener que depender de la tecnología para todo, que existe el teléfono, no celular el normal, donde todavía puedo oír la voz de alguien y sentir que esta más cerca y que tengo mi libreta de hojas recicladas para escribir y poder borrar con mi goma de migajón… esto es lo más grandioso de mi día…
Pubclicado por NELL
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