Como en muchos países los ciudadanos de Siria se quejaban de su gobierno por la falta de empleo, la corrupción, respeto a sus derechos y represión, todo encabezado por el presidente Bashar al Asad desde el año 2000.
Para marzo de 2011 fueron arrestados varios adolescentes que pintaban consignas contra el gobierno en la ciudad de Deraa y fueron torturados por las fuerzas de seguridad. Esto desencadeno protestas tomando como base la Primavera Árabe que se extendía en varios países de la región luchando por democracia y derechos para sus ciudadanos.
En Julio de 2011 miles de personas por todo el país estaban protestando exigiendo la salida de al Asad. Conforme el levantamiento se extendía, la represión del gobierno era más dura. Los manifestantes comenzaron a armarse, primero para defenderse y después para expulsar a las fuerzas de seguridad de sus ciudades.
Al Asad prometió "aplastar" lo que llamó "terrorismo apoyado por el exterior" y restaurar el control del Estado. Pero, porque dijo esto el presidente?
Según Robert Kennedy Jr., en una entrevista, la decisión de Estados Unidos de organizar una campaña para derrocar al presidente de Siria, Bashar al Assad, en gran parte se basó en la negativa de este mandatario a permitir el paso por su país de un gasoducto desde Catar hacia Europa. En el año 2000 "Catar ofreció construir un gasoducto por valor de 10,000 millones de dólares que atravesaría Arabia Saudita, Jordania, Siria y Turquía".
Esa infraestructura garantizaría que los reinos suníes del golfo Pérsico tuvieran una ventaja decisiva en los mercados mundiales de gas y hubiese fortalecido a Catar, que es el aliado más cercano que Estados Unidos posee en la región ya que allí se encuentran dos de las principales bases militares norteamericanas y la sede del mando central de Estados Unidos en Oriente Medio.
Para defender los intereses de Rusia, el presidente sirio se negó a firmar ese acuerdo y optó por otro gasoducto, que se hubiera extendido desde Irán a Líbano y hubiese convertido a los iraníes en los mayores proveedores de gas a Europa, lo cual iba en contra de los intereses de los árabes de mayoría sunita.
Ante la negativa del presidente sirios, las agencias de inteligencia de Estados Unidos, Catar, Arabia Saudita e Israel comenzaron a financiar a la oposición de Siria y a preparar una revuelta para derrocar al régimen de Assad. Según Kennedy, la CIA transfirió 6 millones de doláres a la cadena de televisión británica Barada para que elaborara reportajes en favor del derrocamiento del mandatario sirio.
En 2012 los enfrentamientos llegaron a la capital Damasco y la segunda ciudad del país, Alepo. En junio de 2013, Naciones Unidad informó que 90,000 personas habían muerto.
La rebelión de oposición ha evolucionado significativamente desde que comenzó. Ahora esta conformada por grupos que incluyen desde combatientes rebeldes moderados y seglares, como el Ejército Libre Sirio (ELS), hasta grupos islamistas y yahadistas, como el autodenominado Estado Islámico (EI), cuyas tácticas brutales han provocado indignación a nivel mundial, y el Frente al Nusra, un grupo que en sus comienzos estaba afiliado a al Qaeda.
Cabe señalar que la inteligencia norteamericana ha utilizado a los yihadistas para proteger los intereses relacionados con los hidrocarburos de Estados Unidos y derrocar a regímenes en Oriente Medio desde mediados del siglo XX, debido a que consideraba que las fuerzas religiosas radicales eran un contrapeso fiable a la influencia de la Unión Soviética en la zona. Además, las decisiones de Washington obviaron el hecho de que el gobierno de Siria aboga por la liberación y, entre otras cosas, aportó a la CIA toda la información después de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York.
De esta forma, con las diversas facciones que se oponen a al Assad, se ha creado "una guerra dentro de una guerra" en Siria en la que la oposición moderada está combatiendo tanto a los grupos islamistas como a las fuerzas del gobierno.
Rusia, por su parte, lanzó una campaña aérea sostenida en 2015 para "estabilizar" al gobierno sirio tras una serie de derrotas infligidas por la oposición. Alepo, donde habia mayor oposición, fue recuperada por fuerzas del gobierno en diciembre de 2016. Su intervención desde el inicio para mantener al presidente sirio se debe a que es crucial para proteger sus intereses en Siria y la región.
Para el 6 de abril, ya con Donald Trump en la presidencia, Washington ordenó un ataque militar contra las fuerzas de al Assad, esto en respuesta a un ataque con armas químicas que, según se denunció, había sido llevado a cabo días antes por el gobierno sirio.
El enviado especial de la ONU para el conflicto en Siria, Staffan de Mistura, dijo en abril de 2016 se estimaba que la cifra de muertos estaba alrededor de 400,000. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos basado en Londres, indica que hasta marzo de 2017, las víctimas son 465,000. Algunos otros señalan que son más de 470,000.
Hasta marzo de 2017 alrededor de 4,8 millones de personas han huido de Siria, la mayoría mujeres y niños, los países vecinos enfrentan crisis al tratar de dar asilo en lo que se ha denominado uno de los mayores éxodos de refugiados en la historia reciente. Otro 10% exiliados ha buscado asilo en Europa, lo que ha provocado divisiones en los países sobre cómo compartir la responsabilidad.
Hoy, seis años después, gran parte del país, con una de las ciudades mas hermosas, está en ruinas y su población está...
Los expertos afirman que algo es cierto: la reconstrucción de Siria, una vez que se logre poner fin al conflicto, será un proceso extremadamente largo y difícil.
Fuentes: www.bbc.com, www.zocalo.com.mx
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