martes, 17 de enero de 2017

SOBRINOS Y MASCOTAS...




Hoy es el día 17 del mes uno del año 2017, ya tenía en mente la idea para escribir esta entrada pero, para variar, no sabía cómo comenzar. Entre tantas cosas que uno lee, a veces sin querer, en el transcurso del día, me llamó la atención dos frases; una era algo así como los nuevos hijos: las mascotas, y el otro era acerca de los sobrinos.

Quizá de momento no encontraron relación alguna a estas dos frases, pero ahora les explico como se la encontre yo.

Es cierto que la relación de pareja ha estado cambiando a través de estos últimos años, no deja de existir el matrimonio como lo conocemos; el anillo de compromiso, el vestido blanco, la fiesta con la familia  y amigos, la luna de miel, planear cuántos hijos tendrán. Y las nuevas modalidades en las que se puede estar en pareja; vivir juntos, casarse solo por lo civil, y bueno quizá conocerán algún amigo o amiga en alguna situación de estas.

A este nuevo tipo de convivencia en pareja les agrada tener mascotas, llámese gato o perro, la tratan como si fuera su "hijo" le compran ropa, accesorios, comida especial, etc., y así es como un perro o un gato se convierte en nuestro sobrino, jajajaja que cosas, no?

Pero veamos la parte de los sobrin@s de verdad, los que son hijos de nuestros herman@s, los que nacen de una relación no importando la manera en cómo están comprometidos, con papel o sin papel diría mi pal.

Aquí les contaré un poco más de mi experiencia como tía de 6 hermosos y maravillosos sobrinos, jajajajaja sí así somos las tías. Tengo tres sobrinos y tres sobrinas, el más grande de 23 años, por cierto se acaba de casar y la más chica de casi 6 años, a punto de cumplirlos, y planeando su fiesta.

Me tocó ser tía desde muy chica, no diré la edad porque luego se ponen a hacer cuentas, fue el primer niño y me tocó ser su madrina de bautizo junto con mi hermano. Luego nacieron dos niñas, una de cada hermano, las dos muy guapas una morena con sus ojos cafes y su cabello negro y la otra rubia y de ojos verdes, siguió un niño que hacía chiste de todo, otro niño que era el retrato de mi hermano y al final la más consentida de la familia, una niña.

Si bien es cierto a una mascota la puedes tener con menos cuidados que a tu hijo, e incluso si se la encargas a tu herman@ por un fin de semana, la puede tener en la casa solo vaciando croquetas en su plato y agua. Te puedes ir a pasear y solo acomodarle su camita. No es la gran ciencia pero, obviamente, sin maltratarlo.

Pero ser tía es otra cosa, cada edad por la que pasan tus sobrin@s es diferente, sus travesuras, lo que te cuentan, como te lo cuentan, las idas al cine, la confianza que se va formando entre tu y ell@s, como acuden a ti cuando les pasa algo o se pelean con sus papás y como llegas a quererlos casi igual que si fueran tus hij@s. Si tienes sobrinos sabes a que me refieron y que no se puede comparar con una mascota, pienso que cada uno tiene su lugar. Y si tu eres de los que considera que una mascota es como un hijo eres de esas parejas que están teniendo un nuevo estilo de vida, que no sólo toma como una moda el tener una mascota y deshacerse de ésta cuando ya le aburrió.

Y quien sabe, quizá pronto sea una tía abuela muy joven, si mi sobrino se anima a tener pronto un bebé.

😇💓 Recuerda que seguimos con la colecta de Aquí Nadie se Rinde, con tu aportación desde un peso podrás ayudar a niños con cáncer y sus familias.

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