domingo, 17 de febrero de 2013

FRENTAZO EN LA PARED...



En repetidas ocasiones he tenido el tiempo de buscar, entre tanto canal de televisión, algo entretenido para ver un sábado en la tarde, y en esas repetidas ocasiones me he topado con esta película que no tuve oportunidad de ver en el cine: He´s just not that into you (a él no le gustas tanto). Lo  extraño es que me toco verla en pedazos, es decir, al principio solo vi los últimos 15 minutos y ahí me engancho, después cada sábado me la topaba en diferentes momentos, y al final creo que solo me faltan los primeros cinco minutos, que seguramente los veré un sábado cualquiera.

En su reseña dice así: el filme trata sobre la dificultad que tiene la gente para leer las señales al comunicarse entre sí, pues tanto  hombres como mujeres sufren por amor, se confunden y cometen los mismos errores. Gigi, es el personaje disparador de toda la historia, a partir de una primera cita con Conor, quien a su vez está loco de amor por Anna,  una instructora de yoga que sólo disfruta de su compañía. Esta última, pedirá consejos a su amiga Mary, una mujer romántica con relaciones potenciales, a través de MySpace y Facebook, que no llegan a ningún lado.

Mientras algunos permanecen en la búsqueda del amor, Beth  y Neil ya lo han encontrado, pero no están seguros de si es suficiente. Janine y Ben conforman un matrimonio en el que después de un tiempo, todo se convierte  en hábito, mientras que Alex aparece como el hombre que sabe cómo son y sienten las mujeres, pero que nunca se entregó a nadie.

La película, a mi parecer, no tiene ni un momento que perderse, las platicas entre mujeres, las frases, las situaciones, cualquiera puede sentirse identificado con alguno de los personajes.

En lo personal la historia de Beth y Neil me hizo pensar demasiado y derramar una que otra lagrima. Ellos llevan siete años viviendo juntos y muy estables, seguros de lo que quieren y que se quieren, tanto sus familias como su grupo de amigos los consideran una pareja muy comprometida y como consecuencia esperan que en cualquier momento Neil le proponga matrimonio a Beth.

La realidad es que Neil no considera en ningún momento contraer un compromiso tan grande como es el matrimonio a lo que Beth, después de siete años, elige dejarlo y ella comenzar de nuevo.

Después de un tiempo de estar separados y valorar lo que tenían juntos, Beth decide ceder y aceptar que Neil nunca le pedirá matrimonio pero conservar así su vida en pareja que tanto extraña.

Y ahí fue cuando por fin comprendí que me hacía ver y ver esa película: su esencia son las relaciones de pareja y las expectativas que te haces respecto a tener una pareja. Todos los personajes buscan ese alguien que les hace sentir “mariposas en el estomago” y al mismo tiempo imaginan todo lo bueno que pueden recibir si están dispuestos a dar. Nunca esperas nada malo, al contrario si estas dispuest@ a darle tiempo, esperas recibir lo mismo, si es estar en momentos buenos como no tan buenos, esperas que sea reciproco. Es decir buscas una pareja, pareja.

Entonces me encontré un artículo que me ayudo a comprender aun más: “las relaciones son solo para valientes, quienes quieran ser muy felices amando, se darán un frentazo contra la pared, porque el amor puede generar paz y bienestar, pero jamás una felicidad de comercial. Jamás esa sensación tan vendible de estar completo. El amor puede llegar a perdurar a pesar de los defectos, de las traiciones y de la falta de solidaridad.

Se vive en acciones, no en palabrería ni en poesía vacía de significado. Y debe ser recíproco. Si es unilateral, genera rencor, agotamiento y sentimientos de explotación.

Las relaciones profundas y plenamente humanas son capaces de solidaridad. Es el que nos permite pasar a segundo plano cuando el otro lo está pasando mal. Es sentir orgullo y no envidia por los logros de aquellos a quienes amamos.

Todos queremos que nos quieran y somos incapaces de dar un solo paso sin calcular que la inversión vale la pena y que a cambio de lo que damos, recibiremos una retribución: reconocimiento, sexo, ternura, compañía, apoyo…”

Mi expectativa: llego uno de esos días, contados, que es de los más importantes en tu vida, algo trascendente y que quieres compartir con tu familia y las personas prioritarias para ti. Obviamente avisas con bastante tiempo del evento para que nadie se lo pierda, sin embargo, existen compromisos de trabajo o personales que no se pueden evitar, así que me toco entender que no todos asistirían, no estás de acuerdo pero no puedes hacer nada, solo aceptar.

Así que llego el día, todo listo… ahí estaba la familia, las amig@s, y las personas que caminaron contigo durante cinco años hasta lograr el cometido. Mi felicidad no podía ser mayor.  Solo faltaba un detalle que yo esperara llegara en cualquier momento, algo tan sencillo como una llamada o un mensaje de mi pal.

Escuche mi nombre y allá voy, mi sonrisa era de oreja a oreja. Luego las fotos, los abrazos, la cena, un mensaje de una amiga que no pudo asistir, otro de un compañero de trabajo. Pero aun había tiempo, todavía podía sonar mi teléfono con la llamada o el mensaje que haría completo mi día.

Y recordé como Gigi en la película se pasaba el día revisando su teléfono cada 30 segundos esperando que el chico que acababa de conocer le llamara para citarse de nuevo. Y así como Gigi, revise y espere, pero nada: si a un chico le interesas hará lo que sea por hablar contigo. En ese día tan importante no podía esperar una excusa como: no traía crédito, no quería interrumpirte, estabas con tu familia, te deje mensaje en la computadora cuando hablamos, no tengo que decirte porque ya lo sabes… incluso pensé que llegaría en cualquier momento para darme la gran sorpresa (que tonta no? Si ni siquiera en mi cumpleaños hace eso).

La película trata de relaciones, de expectativas y de cómo debes recuperarte después de cada frentazo contra la pared, pero también de ser parejo con tu pareja, después de todo yo estuve ahí para él un miércoles cuando fue uno de esos días tan importantes. Es cierto, soy mujer.

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