El oír la palabra "compromiso" implica para muchas personas miedo, sobre todo si se refiere a una relación de pareja. Después de cierto tiempo quizá muchos nos preguntamos que pasa que no se da ese paso, he aquí las posibles causas:
- Al pensar en una vida en pareja le cuesta tomar decisiones sobre: vivir juntos, casarse, tener hijos e incluso mascotas.
- Se preocupa por lo que pueda salir mal al vivir en pareja, duda de lo que siente y si vale la pena llevar la relación al siguiente paso si no siente el amor suficiente.
- Se pregunta si estando en pareja perderá más de los beneficios que obtenga (no puedo estar con otras personas o no puedo salir con amigas).
- Siente que pierde su libertad, autonomía e independencia.
- No percibe estabilidad y hacen responsable de ésto a la otra persona, tratando de convencerla de sus errores o de lo que pierden los dos al estar comprometidos.
- Es una persona con dificultad para expresar y regular de manera adecuada sus emociones.
- Prefieren mantenerse en la etapa del enamoramiento, por la emoción que implica, en lugar de luchar y aceptar la responsabilidad que supone la relación de pareja.
- Desea quitarse la carga de negociar y asumir que puede perder algo.
- Le cuesta trabajo aceptar algunas reglas que implica el compromiso de pareja.
- Siente que es el culpable del sufrimiento de la otra persona y prefiere romper la relación antes de continuar con esas emociones negativas.
- Le cuesta "cambiar su rol", madurar para dejar de ser hijo para ser pareja.
- La comunicación es inadecuada o la no comunicación con la pareja, no es asertivo.
- Desea hacer actividades sin la pareja más que con la pareja.
- Las vías de escape para aliviar el miedo al compromiso son disfuncionales (evita estar con la pareja o mantener distancia física).
- La ruptura con la pareja suele llegar cuando tienen que dar un paso más para avanzar en la relación.
¿Qué puedes hacer ante tu miedo al compromiso?
Lo primero que se te viene a la mente es romper la relación, pero conviene reflexionar sobre los verdaderos motivos y valorar lo que tienes y pierdes. Se trata de identificar si el origen es el miedo a comprometerte (repetir experiencias pasadas, dejar tu rol de hijo, confort) y no a la propia relación.
"Antes de actuar, escucha. Antes de reaccionar, piensa. Antes de criticar, espera. Antes de rezar, perdona. Antes de abandonar, intenta" (Ernest Hemingway)