En un país lejano, donde yo no vivo, existe una ciudad
que va creciendo, donde tampoco vivo, sin industria pero si con bastantes
problemas.
Para llegar a esta ciudad existen cinco posibles
caminos, pero apenas el fin de semana cuatro de estos cinco caminos fueron
bloqueados por fuerzas oscuras que llamaremos: sindicatos y normalistas.
Estos entes del mal decidieron tomar “prestados” autobuses
para hacer sus bloqueos y exigir al gobierno cuanta tontería se les pudiera
ocurrir.
Como bloquear calles, avenidas y salidas de ciudad era
cosa fácil, se les unieron los del transporte público para pedir aumento a sus tarifas. Y para
terminar los amables taxistas le
pusieron la cereza al pastel cobrando hasta triple cuota por destino. Así que “a
caminar se ha dicho”…
Pero ¿qué pasa con los ciudadanos normales que nos
despertamos a las 7 de la mañana, desayunamos apurados para correr, alcanzar el
transporte y llegar a tiempo a nuestro trabajo en el que estamos 8 horas
diarias?
Ese día en especial, el viernes que empezaron los
bloqueos a medio día, las personas que tenían planeado su fin de semana fuera
de la ciudad sufrieron al verse de frente con tipos cubiertos del rostro tapando
la calle, con palo y piedra en mano, gritando groserías, amenazando con algún daño
contra su persona o coche. En una de las salidas incluso estaban bajando a las
personas y revisando el interior del
coche.
Fue un caos cuando se hacia el peregrinaje de coches
de una salida a otra buscando una alternativa a su desesperación. Los reportes decían
que la central de autobuses estaba cancelando salidas ante el peligro que
representaba tanto para las unidades como los viajeros tomar carretera.
A las 4:00 p.m. Se reportaban muchas personas caminando por
toda la ciudad.
Miércoles 24 de Abril. A las 10:00 am se dio la alerta
que serian nuevamente tomadas las salidas por los normalistas.
Así que a las 10:30 am secuestraron dos pipas de
gasolina para bloquear la salida principal y, al mismo tiempo, apostarse en la
carretera que da para la población donde está la escuela donde estudian (esto
es un decir, alguna persona en twitter dijo que lo único que les falta tomar a
estos pseudonormalistas es clases).
Después empezaron a fluir las noticias, la primera que
habían tomado 10 camiones que transportaban todo tipo de alimentos, los
llevaron a su escuela y bajaron todo, pero eso sí, muy “educados” mandaron un
aviso a los dueños de esas empresas para que supieran donde había quedado su mercancía…
sin palabras.
La segunda es que el gobierno les ofreció dialogar, de
hecho siempre ha ofrecido lo mismo, pero siguen rechazando ese dialogo, esta
vez la gran respuesta de su mente pensante es que solo los quieren exhibir. Mi gran
pregunta es: los quieren exhibir como ¿delincuentes, secuestradores, encapuchados,
agresores, rateros, necios, provocadores? Que no es eso lo que ellos mismos se están
haciendo, exhibiéndose.
Lo más triste del asunto es como tener calidad en la educación
en escuelas públicas si los “futuros maestros” se dedican a tener amedrentada a
una ciudad. Y si los niños empiezan a jugar a “cerrar los salones” como sus
maestros cierran las calles.
La única esperanza es que los ciudadanos alcemos la
voz, no solo para exigir al gobierno que detenga a estos tipos, sino para ir en
contra de ellos, pero de manera civilizada, como la gente decente vivimos día a
día y aguantamos.
Como muestra empezaron un hashtag #yabastAnormalistas en twitter: https://twitter.com/search?q=yabastanormalistas&src=typd para que se enteren de lo que opina la gente
de lo que pasa en la ciudad donde yo no vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario