Todos sabemos, y si no es pura lógica,
que un ser humano adulto pasa las dos terceras partes de su vida despierto y
una tercera parte durmiendo.
Cuando una persona no duerme en forma
adecuada o duerme poco o nada, presenta alteraciones de diferente manera como
son: fallas en los procesos de atención y percepción, falta de interés, errores
de memoria e irritabilidad, lo cual puede generarle un estado de ansiedad o
estrés, de tal manera que se altera su capacidad para realizar eficazmente las
actividades de la vida cotidiana.
Por lo que podemos apreciar que el
sueño es parte de una buena calidad de vida al favorecer estados físico y
mental saludables.
Se dice que nuestros sueños reflejan situaciones
que hemos vivido o que sirven para encontrar soluciones a problemas que tenemos
y no sabemos cómo resolver. Existe mucha información a este respecto, sobre cómo
interpretar los sueños: desde diccionario de los sueños hasta personas que se
dedican a eso.
Las personas que se dejan regir por
este tipo de situaciones, la interpretación, se preocupan por lo que pudieran
pasar a partir de lo que soñaron.
A mi personal forma de ver, creo que
los sueños son formas de desahogar tu mente.
Hay muchas situaciones que aguantamos
a lo largo del día: con el jefe, clientes, amigos, pareja, familia, que vamos
reprimiendo y que se va acumulando hasta ponerle suficiente presión al
inconsciente para que busque una válvula de escape, en este caso lo sueños.
Lo que más llama la atención de los
sueños son las diferentes, personas, animales, figuras, situaciones, paisajes
que pueden aparecer, ¿no has soñado que hablas con alguien que ya murió, o con
un animal que no existe?
Ahora, existen otro tipo de sueños,
los que tenemos cuando estamos despiertos.
¿Qué tal cuando te quedas sentada,
tranquilamente, y empiezas a soñar como te verías vestida de novia?
¿Cómo sería tener tu propia empresa? ¿Cómo
seria tener hijos y tu propia casa? ¿Poderte titular? ¿Recibir el
reconocimiento a tu trabajo?
Y empiezas a construir lo que llaman “castillos
en el aire”, muchas veces pueden hacerse realidad pero también pueden terminar esfumándose.
Todos tenemos derecho a soñar
despiertos y procurar hacerlos realidad, la diferencia quizá sea la constancia
y los recursos con los que cuentas. En el caso de casarte, tener hijos,
necesitas de otra persona que quiera y sueñe lo mismo.
A mí me gusta soñar un poco más
despierta que dormida. Mis sueños dormida regularmente no tienen significado o
se me olvidan al despertar. Pero mis sueños despierta son todo lo que espero
que me pase o lograr.
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