Cuando te toca tratar con personas mayores requieres
paciencia, no en todos los casos, pero si en la mayoría. Paciencia para
escucharlos, sobre todo cuando cuentan sus historias, muy interesantes, o para
cuando te la cuentan por quinta o sexta vez. Paciencia para cuando no te
entienden algo que les explicas, porque lo quieren hacer a su manera. Paciencia
para cuando paseas con ellos porque no todos pueden seguir tú paso.
Dicen que son una fuente de sabiduría y es verdad. Los
consejos que pueden darte, a veces sin darse cuenta, son de gran ayuda ya sea
que todo se aplique a tu situación o te sirva de inspiración para tu encontrar
la solución.
Ahora eso de personas mayores, en mi personal definición,
son las que ya llegaron a sus 60 y mas, como si fuera anuncio de gobierno, y no
por eso es sinónimo de personas inútiles, necias o estorbos, ya que la mayoría continua
en su vida laboral, aportando y orientando a jóvenes que inician la propia.
Como ejemplo pondré a mis papas. Mi papa es jubilado,
un poco mas de los 70, pero no ha dejado
de trabajar, continua activo y haciéndose cargo de la manutención de la casa. Como
buen jefe de familia, permite que le ayudemos, un poco, pero no deja la batuta
en cuanto a los gastos. Eso es algo que se agradece pero le hemos tratado de
eliminar, para que su pensión sea exclusivamente para sus gastos y los de mi
mama, pero ahí entra su necedad de seguir pagando los recibos.
Mi mama por su parte fue ama de casa casi toda su
vida, pero hace unos años, con la liquidación de mi papa, decidió montar un
negocio propio, hasta el momento le va bien, lo suficiente para sus gastos y
continuar el negocio. El ser una persona no dependiente de su marido le ha
ayudado a sentirse “útil” ahora que ya es grande (un poco mas de 65), pero
sigue teniendo algunas barreras en cuestión de “independencia” por el hecho de
ser mujer y trabajadora.
Sin embargo, existe el negrito en el arroz o la
excepción a la regla. Tenemos el lado no tan agradable de las personas mayores.
Tenemos aquellas personas que tienen una mentalidad
muy cerrada o no aceptan que una persona más joven pueda saber más que ellos. Los
que se muestran chantajistas y cualquier pretexto es bueno para hacerse los mártires.
Los que son agresivos al sentirse limitados por las situaciones. Y los que les
llega la depresión y solo esperan el día que les toque partir.
Digamos que los deprimidos y los chantajistas pueden
ser ayudados e incluso superar sus miedos para vivir tranquilos y disfrutar de
la vida de la mejor manera.
Pero los agresivos, de mente cerrada y no aceptar ser
rebasados por alguien más joven son los que pueden ser peligrosos, en la mayoría
de las situaciones.
Regularmente son personas que no aceptan su edad. Si hablamos
del terreno laboral pueden ser el principal obstáculo en tu carrera si te les
atraviesas en su camino.
Si hablamos de relaciones, son los que buscan
aventuras para sentirse jóvenes y que aun pueden conquistar a quien se
propongan, enseñando la cartera por delante. Pero eso sí, cuando les toca
hablar de moral son los más decentes y honorables.
Mi opinión es, como bien lo dijo mi pal, prepararte
para cuando te toque ser grande, tratar de no depender de nadie, en especial económicamente,
comer bien y estar saludable. Pero si tienes la suerte de envejecer en pareja,
ya la hiciste.