En la búsqueda constante de una
mejor vida, en todos los aspectos, resalta la búsqueda de un mejor empleo, mas
remunerado, mejor valorado, donde puedas escalar posiciones, buen horario (en
especial no trabajar el sábado), cercano a nuestra casa (no tener que
levantarme a las 5 am para llegar a las 9 am), pero sobre todo con
reconocimiento y gratitud de nuestros jefes inmediatos (sigo soñando, ya lo sé).
Pero ahí empieza todo, en la búsqueda.
Si hablamos de no tener tiempo
para realizar esta búsqueda de manera personal y física, existen las opciones de
las bolsas de trabajo en línea o las paginas que se dedican a publicar miles y
miles de ofertas que les envían las agencias de empleo.
Tienen ventajas como hacer la búsqueda
mas ágil, poder postularte sin tener que pedir permisos o hacerlo de manera
presencial, puedes mandar todos los CV’s que se requieran, contactar vacantes
de otros estados e incluso de otros países.
PERO… he leído muchos peros, en
varias de esas páginas.
Se supone que al publicar una
vacante en estos medios está considerada una respuesta nutrida, sobre todo si
el puesto es de gran demanda aunado a que solo requieres hacer clic en “enviar”.
He visto que algunas páginas
tienen como un “medidor” del numero de postulantes, en algunas me ha tocado un
indicador que casi llega a la estratosfera y otros que apenas deja el piso, y
es obvio cuando las condiciones del empleo son las que buscamos o esperamos
tener. A quien no le gusta que le ofrezcan el sueldo que pensamos nos merecemos
o con el que saldremos de nuestros apuros. A quien no le gusta que su horario
laboral termine a más tardar las 5 p.m. y el sábado ni acordarnos de la
oficina.
Sin embargo, la queja constante
es que los reclutadores aceptan el montón de solicitudes porque tienen que
llenar cierto número de postulantes para “cubrir la cuota” que les pide la empresa.
Y es aun más cruel ya que muchos de estos reclutadores, con toda la experiencia
del mundo, identifican rápido quien podría ser el candidato idóneo para el
puesto. Con todo eso continúan el proceso de selección y entrevistas
ilusionando a mas de tres con la posibilidad de conseguir el puesto.
Ahora si eres de esos afortunados
que puedes cubrir el puesto vienen las famosas pruebas psicométricas, miles y
miles de esas, donde te hacen sudar y sufrir por tener que decidir si eres:
tolerante, compresiva, innovadora o líder. En mi particular punto de vista solo
algunas sirven las demás son de relleno, o bueno veámosla desde otro punto de
vista, si vas a ser Auxiliar de Compras de que te sirve leer una frase en
desorden, ordenarla y decir si es falso o cierto, sobre todo si después de
ordenarla dice que los pajaritos están en sus nidos.
Después de todas esas pruebas
viene el famoso “nosotros te llamamos” y esa espera es desesperante, pasan los días
y no suena el teléfono, revisas y revisas el correo y nada, piensas que el teléfono
se descompuso, que no entran las llamadas porque se cayó la red, que como no
tienes saldo no se pueden comunicar contigo, en fin… después de dos o tres
semanas te das por vencida/o y prosigues la búsqueda.
Otro pero es no tener una respuesta
mínima de “Gracias por participar”. Habiendo tanto programa de respuesta automática
porque no considerar instalarlo en estas páginas y así, al menos, saber que si
llego el CV pero que no cubriste los primeros requisitos que buscaban. También es
cierto que si el anuncio dice que tienes que dominar AUTOCAD y al 100% el
ingles y tú apenas sabes decir “good morning” y abrir Word ¿para qué postularte?
Si te quejas porque te hacen perder el tiempo no hagas tú lo mismo.
Sigo pensando que si puedes, date
el tiempo de buscar un empleo que cubra tus expectativas tanto económicas como
personales, llevar tu CV personalmente y con la mejor actitud, olvidarte un
poco del mail y usa de nuevo el teléfono ya que eso cuenta más que todo los
correos que puedas enviar a las vacantes que día a día pasas horas y horas
revisando.
Es cierto que la tecnología ha hecho
que la vida sea más fácil en ciertos aspectos, pero también es cierto que ha
masificado a las personas. El ritmo de vida es cada vez más rápido y antes de
que te des cuenta ya paso otro día y hay que seguir buscando siempre recordando
que el que persevera alcanza.
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