En uno
de esos días que me toco ser dueña del control remoto y sentarme tranquilamente
a buscar algo que ver en los miles de canales de la televisión por cable, decidí quedarme con el capítulo de The Big Bang Theory, en donde Penny, junto con la
novia de Sheldon y la prometida de Wolowitz, iban a donar la ropa de Penny a
una institución de beneficencia, haciéndole énfasis en que sería algo
desinteresado y una acción buena, sin embargo, el argumento final para
convencerla fue que así podría comprarse más ropa y deshacerse de la que ya no
estaba de moda.
Después
me puse a pensar que tanto te saturan de mensajes respecto a “estar a la moda”,
empezado por las revistas que están al
alcance de cualquier mujer que tenga en su mano de 35 a 100 pesos. De todos
los tamaños, en diferentes ediciones semanales, quincenales, mensuales.
Y esto
lo sé porque a mi progenitor le ha dado por llevar a la casa todo un mundo de
revistas de moda, ya que donde trabaja le piden las retire para sustituirlas por las
ediciones recientes. Así que pensó que quizá sus hijas aprenderían algo de moda
si se las llevaba y las dejaba sutilmente esparcidas por la sala para que las leyeran.
Pero,
al igual que las revistas para caballeros, tienen su estructura. Lo primero es
ponerte a la modelo o actriz popular de la temporada (eso es muy similar a la
revista para caballeros) en la portada, eso sí casi siempre solo es su rostro o
vestida con lo mas “in” de algún diseñador.
Luego
siguen, en promedio, de 10 a 15 páginas de anuncios, de perfumes en general. Lo
interesante aquí es la imagen que muestran, regularmente es para hacerte creer
que si usas tal o cual perfume te puedes ver igual que Jennifer Lopez, Charlize
Theron o Shakira.
Continuamos
con una leve sección cultural, que también puede ir hasta el final de la
revista, y de la amplia variedad de revistas que he podido “ver-leer” puedo
comentar que son notas cortas (cortísimas, máximo una cuartilla con dos o tres
fotos) pero contienen datos interesantes.
En seguida viene toda la sección de moda, de cómo ser “fashion”,
miles de fotos, zapatos, accesorios, maquillaje, vestidos de noche, de día, coctail, para la
playa, para ir a comer, casuales, para ir a un juego, salir con el marido, con
los niños, con un amiga, con un pretendiente, cuando recibes un premio, la graduación…
con los colores de la temporada.
Los
diseños son algo tan tan subjetivos que parecerían una pintura de arte muy
moderno. Algunos zapatos tiene ilusión de lenguas de fuego, otros no tiene tacón
pero son altos, algunos tenían cintas para amarrar hasta casi media pierna, y
el ganador era uno que parecía espiral transparente envuelto en el pie (quizá Lady
Gaga lo amaría).
Otro
detalle muy subjetivo es la combinación. Alguna vez, y siguiendo los
consejos del buen vestir, me dijeron:
Blusa estampada pantalón
o falta lisa.
Pantalón o falta estampada blusa lisa.
Si la blusa es holgada el
pantalón es ajustado o no flojo.
Si el pantalón es holgado la blusa es ajustada o no floja.
Zapatos abiertos para
temporada calurosa.
Botas lluvias y temporada fría.
Pantalón blanco nunca
en lluvias.
Zapatos clásicos para
ocasiones formales.
Las rayas no combinan con
los cuadros y no llevar dos colores fuertes al mismo tiempo.
Ahora lo que no entiendo es cómo
pueden saber que algo se ve “súper in”, cuando lo que veo son rayas, cuadros,
estampados combinados al mismo tiempo. Y como al ponérselo cualquier mortal que
no esté en una pasarela se vuelve “súper out”. El mejor ejemplo son los
estampados de animales, mientras a una modelo se le ve “fashion” a una
compradora no famosa la tomarían por una “naquita” inculta de la moda.
De
los cosméticos y las miles de cremas ya ni quiero hablar. El maquillaje ahora
consta de 5 a 6 tipos de bases, correctores apenas para dejar tu piel lista
para el color. Las sombras y rubores tienen una metodología para aplicarse,
junto con 4 o 5 posibles brochas o aplicadores. Los labios igual. Todo esto previo tratamiento en el cutis que
puede tener dos lociones, tres hidratantes, una o dos cremas y algún exfoliante
si tienes tiempo.
Y para
terminar, obviamente, tu horóscopo y los anuncios de las baratas en todos las
tiendas departamentales. Seguramente muchas mujeres toman sus tarjetas y con la
idea de que “no hay mujer fea, solo mujer pobre” se enfilan a buscar la mejor
oferta para sentirte una modelo de París, Londres, New York o al menos de
alguna tienda departamental famosa.
¿Qué
queda al final de una barata? Mujeres con ropa de fin de temporada; ropa que quizá
no estén del todo convencidas de usar pero como estaba rebajada hasta en un 70%
(ja! Si cómo no!) y tenía el nombre del diseñador podrían presumir cuando se
presentara la oportunidad, o quizá regalarla a la hermana, prima o amiga y
salir del apuro de alguna fiesta de cumpleaños.
Yo
sigo pensando que las rayas y los cuadros no combinan y una blusa blanca con pantalón
de mezclilla es buena opción para el ir al cine.
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