Bueno este blog es algo especial, quisiera tratar de expresar un tema importante y que creo que no todos podemos entender el significado de una palabra “pareja”, si bien la teoría del mundo es poder llegar a “tener” que presupone poseer, no todos pueden llegar a serlo, no muchos parecen lograr hacer los vínculos, o que perduren.
El verdadero trabajo de la pareja
consiste en alcanzar un grado intimidad satisfactoria (y quiero hacer énfasis
que en ningún momento el significado de intimidad tiene que ver con algo
carnal) y de compromiso eficaz, que permita a la relación avanzar, el
crecimiento de las personas y consolidarse positivamente. He allí lo que en mi
opinión constituye “el reto de ser pareja”, lo cual implica en términos
resumidos: conocerse, aceptarse, valorarse, apoyarse y desarrollar mecanismos
de creación de acuerdos y resolución de problemas o contingencias.
Conocerse es fundamental en una
pareja, pues muchas veces las personas tienden a fingir, adaptarse y mostrar su
mejor rostro y al mostrarse de esa forma no se llegara a serlo, requiere de
mucho esfuerzo y compromiso. Sin embargo, mientras más se conocen, se van
conociendo y lo ideal cede paso a lo real, descubrimos detalles desconocidos
del otro, muchos de ellos desagradables, ¿qué tanto conocen a quien ustedes
consideran su pareja, pueden decir entre 2 platillos cual tomaría?.
Creo que ser una pareja s poder
decir de la otra persona sus valores, metas, objetivos, estilos de comunicación, gustos,
hábitos alimenticios, temores, preferencias
musicales, se resumen sus tendencias de personalidad.
Conocer sus valores significa
informarse acerca de lo que la persona valora como bueno o malo, aceptable o
inaceptable, negociable o no negociable, normal o anormal. Sus pautas éticas y
morales, sus convicciones políticas y religiosas. Sus ideas centrales de sí
mismo, la gente y la vida. Conocer sus objetivos, lo que espera ser, hacer o
tener, conocer sus hábitos, nos mostrará lo que veremos a diario en el plan de
la convivencia cotidiana.
Otro aspecto del reto de ser
pareja es la aceptación, si si si, ya se que todos decimos que aceptamos al
otro, pero muchas veces este concepto cambia pues “esperamos” que la otra
persona cambie o se amolde a nosotros; si ls interesa, pueden leer “El
caballero de la armadura oxidada”, especialmente de aquello que no es posible
cambiar. Muchas personas libran verdaderas luchas de poder y dominio para
tratar de cambiar al otro y adecuarlo a la propia manea de ser o ver de la
vida. Lo típico es que luego de mucho dolor y desgaste, se aprenda que “los
gatos no ladran” y que aquello que no se acepta, produce sufrimiento. La
aceptación es una pieza clave, de lo que se trata es de reconocer aquello que
es parte de la manera natural de ser del otro, de su temperamento, de su identidad,
y ver si se puede convivir con eso.
En cuanto a la valoración, se trata del
reconocimiento diario de lo positivo que vemos en la pareja, de su esfuerzo y
su aporte a hacer crecer a la otra persona. Esto se expresa en halagos, mimos,
detalles románticos, que muestran consideración, reconocimiento, hasta un
simple mensaje en la mañana que pueda decir “Buenos días” o solo “estoy
pensando en ti”. Un hábito negativo en este sentido, es considerar que nuestra
pareja “debe” hacerlo y por eso no considerar importante las demostraciones de
gratitud. Este es un error que se paga caro, por lo que la recomendación es
agradecer todo cuanto se reciba, pues esa actitud motiva al otro a dar sin
desmotivarse. Ya lo dice la psicología conductista: “Toda conducta premiada
tiende a permanecer”.
Siempre siempre se debe de
trabajar, esforzarse amorosamente (sin que esto signifique sacrificios
mortificantes) para conocerse y saber de qué material está hecha, aceptarse
para evitar las luchas internas que matan el amor, y valorarse para mantener el
interés y la motivación viva por todo el tiempo que sea posible. Algunas
conductas que favorecen la relación y que permiten superar el reto de ser
pareja, son:
Hablar frecuentemente para evitar
resentimientos y resolver conflictos.
Generar acuerdos sobre qué, cómo
y cuándo se decidirá en cada momento importante.
Expresar los sentimientos
abiertamente para permitir una verdadera comunión de corazones y mentes.
Poner límites que definan lo que
será aceptado y lo que no será aceptado.
Apoyarse mutuamente y superar el
egoísmo, sin crear dependencias.
Crear reglas propias para que el
diseño del vínculo sea acorde con sus maneras de ser.
Yo no creo que se deba de estar
pegado todo el tiempo con las personas para poder identificar todo lo
mencionado arriba, creo que si bien la distancia puede ser un factor importante
a considerar, no es determinante para la relación, no creo que tener un titulo
como novi@ o espos@ nos convierta en pareja, por ejemplo tengo una muestra de 2
personas que están casadas y literalmente se desconocen, no se ayuda, no se
hablan, no se ayudan a crecer y por ejemplo quienes no “son nada” muestran un
compromiso entre ellos de ayudarse, estar pendientes, etc.
Y si, yo podría decir que lo soy.