Saben, desde hace un mes en la
casa se vive una atmosfera un poco rara y quizás algunos de ustedes ya la han
tenido o sentido de esta forma, y se debe a que nuestro gatito (Michu) anda
enfermita, aunque hay que decir que pasa su edad felina está muy bien, un día
regresando de un viaje me dijeron que había estado con temperatura y que no
quería comer.
La empezamos a llevar al
veterinario y nos dijo que tenía una infección en su hígado y pues por eso
estaba dejando de comer y que podía llegar a un punto de morir si dejaba de
comer, lo cual obviamente encendió las luces rojas en la casa y de inmediato
nos movilizamos a comprarle su medicina, eso fue lo sencillo…lo difícil fue
hacer que se la tomara pues se pone necia a tomar medicina.
Los días pasaban y como que no
veíamos que mejorara, por lo mismo un extraño pensamiento cruzo no se si por
las cabezas de las demás personas, pero por la mia si, que quizás era tiempo de
que nos dejaría… y la verdad es que se siente feo cuando lo piensas y de pronto
pasan por tu cabeza todos los momento con tu mascota, como desde que abrías la
puerta y salía para verte, despertarle a las 6am pues tiene hambre y cuando
quería tu calcetín.
En fin…el punto es: has
pensado que pasaría si perdiera a tu mascota? Muchas personas se sorprenden
ante las emociones que afloran tras la muerte de su compañero de cuatro patas. Pues
vale la pena recordar que es parte de nuestra vida, de nuestra rutina y de
nuestro hogar.
A menudo, no somos conscientes
de que, no sólo pasamos duelo por el animal al que tanto amamos, sino también
lloramos la pérdida de esa época feliz de nuestra vida, por todo lo que nos ha
dado durante ese tiempo y por los lazos que ayudó a crear.
Seguro que habrá personas que
no entiendan estos sentimientos ni sepan valorar la tristeza que provocan
(sobre todo de aquellos que siempre han pensado aquello de que “no es más que
un gato”). Pero por ejemplo, para las
personas que pasan el 90% del tiempo con ellos es un sentimiento de pérdida muy
grande, por lo que no debemos de dejarlos solos o estar pendiente de sus
reacciones.
Al
buscar un poco al respecto de lo que se podría hacer, encontré estas pequeñas
reflexiones que me gustaría compartir con ustedes, que quizás en algún momento
les puedan ser de utilidad:
Que podemos hacer para superar el dolor
• Pon
palabras a tu despedida.
Escribir una carta dedicada,
ayuda a ordenar ideas y a expresar sentimientos. En unas cuantas palabras se
puede recoger el laberinto de sentimientos que atravesamos y agradecer amigo,
el tiempo que nos ha dedicado y todo lo que ha aportado en nuestra vida.
• Preparar algo para
recordarlo en el futuro, puede ser una buena forma de empezar a asumir la
pérdida.
En función de nuestra
ideología y presupuesto, podemos celebrar una pequeña ceremonia de despedida.
Hay cementerios de animales que nos
pueden ayudar con esta tarea e, incluso hay páginas web, para recordar a
nuestro peludo por siempre. Esta acción tiene la triple función de calmar el
dolor inicial, desahogarte ante la familia y amigos cercanos y despedirte de tu
amigo, diciéndole de una forma especial lo que ha supuesto el tiempo que habéis
compartido.
• Aprender a
convivir con las rutinas:
El tiempo que habéis
compartido estaba lleno de horarios y rutinas que ahora se pueden volver una
pesada carga. Es recomendable conservar, al menos por un tiempo, esos
hábitos. Sal y pasea, mientras recuerdas todo lo que habéis compartido, el
tiempo que pasasteis juntos, los juegos, las risas y los buenos momentos. Poco
a poco, podrás ir sustituyendo rutinas por otras actividades que te resulten
agradables porque es importante seguir adelante con la sensación de poder
recordar a nuestro amigo siempre que sintamos la necesidad, pero siempre con
una sonrisa en los labios porque hemos sido capaces de aprender a vivir sin su
presencia..
• Es
insustituible.
Nunca tengas
otro para reemplazar al desaparecido. Las comparaciones son odiosas y es
difícil apreciar al nuevo animal tal y como es, cuando nos dedicamos a intentar
reconocer en él al que ya no está. Cada uno es único, con una
personalidad diferente y una forma de comportarse particular. Tómate tu tiempo
antes de dar el paso. Una vez hayas aceptado la muerte, entonces estarás
preparado para otro y darle todo ese cariño que sientes por estos animales.
La pérdida de nuestra mascota
es un momento difícil, sin duda, pero no debemos perder de vista que, con el
paso del tiempo, los recuerdos se convierten en algo agradable y se disipa el
dolor. El tiempo que nos ha regalado el animal es algo que valoraremos aún más
y debemos tener presente que siempre ha sido y será un miembro querido y
recordado de la familia. No hay un período establecido para que la pena remita,
pero lo que es seguro es que lo hará.
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