Hace
algunos días, a raíz de la visita de un amigo que me ayuda a resolver los
constantes pleitos que tengo con mi programa administrativo, surgió el tema de
que tanto te sientes con la obligación de apoyar en tu trabajo cuando este va
en picada o enfrenta dificultades de cualquier especie, es decir, que tan
puesta tienes la camiseta; o si solo eres de los que está esperando con ansia
la hora de salida para huir del martirio de tu trabajo.
Mi amigo
trabaja como agente libre en eso de dar capacitación y asesoría para este
programa administrativo, me comentaba que ahora se siente más libre para
manejar su tiempo y para organizar un negocio personal. Le preguntaba que si no
extrañaba tener un ingreso cada quincena y me dice que no, que ahora trabaja
solo en las mañanas con lo de la empresa del software, gana un poco mas y en la tarde atiende
varios aspectos personales. Obviamente no extraña estar atado a un horario y
menos los pleitos o presiones de un jefe.
Me pregunto
que como iba la empresa donde yo trabajo. Sin decir mucho pudo percatarse que
vamos un poco en picada, hay muchas cuentas pendientes de pagar y los proveedores con facturas se siguen acumulando, esto aunado a una muy mala administración
de los ingresos y una pésima manera de gastar el dinero.
Ante mi comentario, que no le extraño mucho porque nos conoce desde hace tiempo, me sugiere que haga mi tesis orientada a ayudar y sacar adelante la “empresa” y así “mato dos pájaros de un tiro”. Buena idea?
Esto
ya había pasado por mi mente, pero más tarde en pensarlo que en desecharlo de
mi posible proyecto de tesis.Y aqui estan las razones:
Mi manera
de ver un empleo es muy sencilla: no lo consideras trabajo cuando es algo que
te gusta, te motiva a llegar a la oficina y representa algo satisfactorio,
incluso si tienes que trabajar horas extras. Es un trabajo cuando no te agrada
del todo, te pesa llegar a sentarte ante esa computadora y solo esperas que el
reloj marque la hora para agarrar tus cosas y huir de ahí.
Mi trabajo
no era trabajo hasta hace algunos años, había mucho que hacer, había fallas
(como en toda empresa familiar) y aciertos pero la mayoría de mis compañeros
tenían la camiseta puesta, había motivación en muchos aspectos y en ciertas
ocasiones el reconocimiento era implícito aunque, pocas veces, se
demostraba de alguna manera, de hecho entre más trabajo hubiera era mejor para
todos, nos sentíamos realizados.
Sin embargo,
la cuesta abajo comenzó. Es bien sabido que es muy diferente tener un negocio a
una empresa. Y cuando se trata de un proyecto familiar ahí la cosa se complica más.
En este
caso en particular, se estaba a punto de atravesar esa delgada línea entre ser
un negocio y convertirse en una empresa, pero el factor familia intervino y se empezó
a gastar en "gastos de representación": viajes, ropa, restaurantes y cosas que no beneficiaban al negocio. Quiero
entender que como era su “empresa” podía hacer con su dinero lo que él quisiera,
porque él lo estaba ganando. Grave error.
Y es
aquí cuando esto se convirtió en un trabajo para mí, porque se veían los
esfuerzos de nuestro trabajo (mis muchachos y yo) para cumplir con la parte que
nos tocaba con los clientes y los proyectos, pero la cabeza del negocio no lo entendía
así y se empezó a quedar mal con todo mundo. Las quejas de clientes llegaban
una tras otra, y muchas eran las cancelaciones por no cumplir con los plazos comprometidos. El trabajo se
hace más pesado y no hay ninguna clase de motivación ni económica (aquí no
sabemos lo que es reparto de utilidades) ni moral, incluso muchas veces acabamos
siendo los culpables por errores y/o irresponsabilidades ajenas.
En el
fondo si pensaba que, hacer un buen proyecto de tesis basándome en la situación que
se estaba atravesando en el trabajo, serviría para rectificar todos los posibles
errores que se estaban cometiendo, pedir el apoyo de los de arriba y de todos
en general. ¿Qué fue lo que me quito esa idea la cabeza? Que mi jefe tiene una maestría,
muy costosa y presume mucho, y no ha sabido aplicar ni utilizar para convertir
su negocio en la empresa que a todo mundo le hace creer que tiene. Si al jefe
no le importa, entonces que esperanzas tengo que le de apoyo a mi posible tesis.
Así que
deje eso por la paz y decidí aprovechar mi entusiasmo y conocimientos
adquiridos en la escuela para ayudar en algún proyecto que en realidad quisiera
crecer y ya lo tenemos.
No lo
negare, estoy en busca de algo mejor o al menos algo que no considere trabajo. Mi
pal me dice que tenga paciencia que ya me titulare y entonces se abrirán nuevas
puertas y oportunidades, así que por el momento le hare caso aunque cueste un
poco de trabajo.
Que si
estoy esperando mi hora de salida? Pues sí, ya es viernes, quien no?
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