De esas veces que tienes la hoja en blanco y no sabes de que escribir...
Hay muchos temas en tu cabeza y asuntos pendientes por decidir tanto personales como profesionales.
Hace poco, y como contó mi pal en el blog anterior, fuimos de vacaciones a San Francisco. todo fue perfecto a pesar del incidente de los pasaportes y las visas, sin embargo, también se robaron mi bolsa y ahí iba mi cartera, mi cosmetiquera y algunas otras objetos personales.
Hace días comencé a recuperar lo que se podía. Empecé con lo que traía en la cartera; tarjetas, reportarlas y reponerlas, ya solo me falta una. Credenciales, la de votar la traía mi pal, pero la que no voy a poder recuperar es la de la escuela, que traía guardando por el gran significado que tenia.
Después me di cuenta que mi cosmetiquera llevaba varias cosas que había estado guardando para este viaje, y todo se perdió. No me peso tanto en lo económico, sino en lo que había tardado en escoger cada cosa que llevaba ahí.
Así que empecé de nuevo.
Mi hermana me dijo una frase que ya me la habían dicho varias veces: no guardes nada para después, en especial este tipo de cosas, si las compras para usarlas, usalas.
Y creo que todo esto me ha enseñado dos cosas: empezar de nuevo, aunque aparente ser algo tan sencillo como escoger tus cosméticos, debes hacerlo con ilusión y esperando siempre lo mejor. Y no guardar nada para ocasiones especiales, cada día es un día especial, o al menos tu hazlo especial, no debes quedar bien con nadie mas que contigo mismo.
