lunes, 23 de diciembre de 2013

Fin de año...



Se acerca el fin de año y con ello el cierre de un ciclo más en nuestras vidas, en el cual es el momento de poner en una balanza todo lo que hicimos contra lo q proyectamos.

En lo personal creo q este año ha sido muy productivo en muchos aspectos; por ejemplo uno de los propósitos era hacer el examen de la maestría y lo logramos!!!! (q después se pongan pesados para entregar el título y la cedula es otra cosa); en el aspecto laboral logramos aguantar los embates tanto de mi entonces jefe como de los demás departamentos y de nuestra parte se terminó el proyecto (q ellos lo retrasaran tanto es otro boleto); en el aspecto personal creo q cumplí con muchas de las cosas que me propuse, solo este año falle en igualar o superar la cantidad de libros totales; el blog sigue adquiriendo adeptos lectores y se logró la realización de video blogs; pero también se que cometí muchos errores con ciertas personas q no se merecían un trato, una contestación o simplemente un mensaje de alguna forma q pudiera ser hiriente (aun cuando dicen los psicólogos que no se puede dañar a un mayor de 18 años…dicen), conocí a un equipo de trabajo genial, unido, divertido, q sabe responder cuando fue necesario y que nos ayudamos parejo.

Debemos de renovarnos no solo cada año (cada año decimos lo mismo jajaja), cada día tenemos q aspirar a ser mejores personas, mejores profesionistas, mejores amigos, mejores amantes, mejores padres, etc. en el aspecto que ustedes gusten y manden; no dejar que los demás decidan por nosotros o q nos llenen la cabeza con ideas que después nos detienen de hacer lo que queremos.

Superar los miedos es esencial, deja de tener sueños y conviértelos en realidades; hace 2 semanas mi hermana se aventó en paracaídas, cosa q me vienen pidiendo desde hace 3 año, yo creo (lee bien, dije “CREO”) que este podría ser el año en que lo haga; recuerdas esa frase de siempre de “Donde te ves en 5 años?” y que siempre respondíamos “No lo se…”, yo decía “No se dónde o como estaré, pero se como no quiero estar y por eso hago lo necesario para no estar ahí”, hoy día creo q ya tengo una mejor idea de como me veo y para eso es necesario empezar a poner los primeros ladrillos e ir empezando con pequeños pasos.

Para el siguiente año pónganse objetivos formato META, es decir: medibles, estables, trazables y alcanzables; no se queden estáticos, sacúdanse lo q los límites de hacer lo q quieres, siempre teniendo en mente un lugar al q se dirigen, no hagan las cosas simplemente por hacerlas, planea, planifica. 

Recuerda q los limites los ponemos nosotros mismo y q si nosotros mismo no creemos q podemos entonces no podemos, si creemos q  podemos entonces si podemos.

Esperamos seguir contacto con ustedes para el próximo año.

May the force be with you

lunes, 16 de diciembre de 2013

Algo de Inteligencia Emocional



Debido  a ciertos eventos registrados esta semana dentro de la oficina, he decidido hacer un pequeño blog con un tema que creo q todos deberíamos de conocer, no necesariamente manejar a la perfección pero si poder sopesar, me refiero a: La Inteligencia Emocional.

Quizás no conocemos exactamente lo que quiere decir este término, pero todos lo empleamos a cada momento, pues esta es la clave para q nuestras relaciones e interacciones puedan llegar a buen puerto como decimos; por medio de ella es que logramos desarrollar una comunicación eficaz, se desarrolla una experiencia interpersonal.

Ahora bien, tomemos en cuenta que dentro de nuestro ámbito laboral las relaciones e interacciones con gente esta a flor de piel por decirlo de alguna forma y debemos de hacer que sean beneficiosas para ambas partes. No importa si son jefes, colaboradores, clientes, proveedores, etc. todos vemos por un objetivo común.

Las empresas u organizaciones son sistemas vivos, que crecen, se desarrollan y que dependen de la interacción de unos individuos con otros para poder ser conformada, es por eso que recae la importancia no solo de emplear tus capacidades laborales sino de interacción con las demás personas que nos rodean.

La base de cualquier relación es la comunicación. La comunicación establece conexiones y las conexiones forjan relaciones. Es fundamental disponer de una capacidad de comunicación eficaz en el trabajo. Unas palabras equivocadas, unos gestos imprudentes o unos conceptos mal interpretados pueden generar situaciones no deseadas. Para mejorar nuestras relaciones con los demás debemos desarrollar técnicas eficaces como:

Exteriorización: transmitir con claridad al otro lo que pensamos, sentimos y queremos.

  • Asertividad: defender nuestras opiniones, ideas y necesidades al mismo tiempo que respetamos a los demás.
  • Atención dinámica: escuchar de verdad lo que dicen los demás.
  • Crítica: compartir, de forma constructiva, nuestras ideas y sentimientos sobre las ideas y los actos de otra persona; no solo hacerlo de manera destructiva, pues esto no nos llevara a nada provechoso.
  • Comunicación de equipo: comunicarnos en una situación de grupo.


Las dos habilidades fundamentales q no podemos descuidar y q conducen al conocimiento experto de las relaciones interpersonales son, la habilidad para analizar una relación y ejercitarla de forma productiva y, por otra, la habilidad de comunicarnos en los niveles adecuados para producir un intercambio eficaz de información.

En ese sentido, debemos reconocer las emociones y sentimientos de los demás y reaccionar convenientemente ante los mismos (recordemos que estamos hablando en el ámbito laboral), así como emplear las emociones para resolver las situaciones de forma productiva, pues estamos viendo por el bien general, no podemos dejar que nuestros sentimientos interfiera, por eso tenemos que saber como manejarlos y reaccionar ante ellos. Nuestra capacidad para lograrlo reforzará nuestra posición en la organización, además de conseguir la colaboración de las demás personas, el resto nos considerará un miembro si bien no indispensable, si alguien notorio para tener en su grupo.

En resumidas cuentas, debemos ayudarnos a controlar nuestras emociones, a comunicarnos con eficacia, a solucionar problemas, a resolver conflictos y a sentirnos motivados, no dejarnos llevar por nuestros sentimientos o intereses personales al momento de tomar una decisión.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Señales que debes dejar tu relación



Esta semana ha estado muy loca la vida de una amiga, bueno la verdad es que cuando empecé a escribir este blog solo era una persona, pero ahora resulta que son 2 personas las que están en esta situación y la verdad es que son ellas la inspiración de este blog; para darles una idea de lo que pasa es que quiere tener un tiempo separada de su pareja por sentir que necesita un tiempo para ella y para pensar las cosas en cuanto a su relación se refiere, mientras que por la otra parte es él, quien quiere tener tiempo en la misma medida para lo mismo.

Si bien recuerdan q en recientes publicaciones hablamos de algunas cosas a tomar en cuanta cuando queremos o pensábamos regresar con nuestro EX, podemos decir que este blog es como la guerra de las galaxias, primero sacamos el episodio IV y ahora vamos por el III, pero bueno el punto es que queremos darles algunas cosas que deben de tomar en cuenta para saber que no están en una relación que sea sana para ustedes.

Si tu crees q tienes alguno de estos síntomas, piensa lo q decíamos en el pasado, es muy probable que se repita en el futuro y ahí de nuevo vuelvas a tener pensamientos de si vale la pena, quizás no hoy ni mañana, pero si es una latente posibilidad de repetirse.

Éstas son algunas de las que hemos platicado con mi amiga, de que puede haber más, claro que si, pero dentro del rango decidimos acotar a estas:

1) Si varias veces a la semana tienes este pensamiento: “A lo mejor deberíamos terminar”
Bueno esta la escuche mucho esta semana, podemos decir que es un instinto araña, si tu misma mente tata de decirte algo, pon atención!!!, es como cuando tosemos, quiere decir que algo pasa con los pulmones.
  
2) Si no confías en él/ella
Como siempre lo he dicho, la confianza es de las cosas más importantes en una relación, independientemente de como llames a esa relación, si no hay confianza simplemente no funcionara; para nuestro ejemplo la pareja le llama a 200 metros de distancia para ver si efectivamente le dice al verdad de donde esta

3) Si lloras todo el tiempo por la relación
Si lloras porque olvidó (por enésima vez) responderte el mensaje, no lloras por el mensaje. Si la relación estuviera bien, este tipo de cosas no te harían llorar (por muy molestas que sean), en lo personal algunas veces me ha pasado esto, no es por el hecho que te sientes mal sino por la persona que origino el hecho.

4) Si no tiene una trayectoria similar a la tuya
Si su plan de vida no es compatible con el tuyo, en N aspectos, desde lo que piensan que es una pareja puedes estar seguro de que la relación no tiene futuro. Un super ejemplo que es que uno de los 2 no quiera tener hijos, ese simple hecho creara diferencias en un momento dado.

5) Si te gustaría que fuera “otro tipo de hombre/mujer”
Las personas son como son. Especialmente si pasan de los 25 años que es cuando ya tenemos mas que formada y cotejada nuestra personalidad (aun q algunas personas no terminan de definirse). Pero si quisieras que fuera diferente entonces no estas con la persona que quieres y sigues buscando.

6) Te quedas porque te da miedo estar solo/a
Simplemente este punto no tiene mas explicación….

miércoles, 4 de diciembre de 2013

LA CULPA, TOMALA O DEJALA...



Las abuelas son sabias y para muestra basta un botón: “el valiente vive hasta que el cobarde quiere”.

Muchos de nosotros (“los cobardes”) preferimos “llevar la fiesta en paz” antes de provocar un conflicto, esperando que nuestras acciones hagan saber o entender a la otra persona que lo que hace no está del todo bien o que al menos está afectando intereses ajenos.

Ese “valiente”, no siempre es el típico tirano que a la fuerza hace valer lo que dice (que todavía los hay en estos tiempos), también existe el que te crea culpa para que asumas que tu eres el del problema y el está en lo correcto, o que le “des una mano” para librar el lio en que se metió por cuenta propia.

Las situaciones que se viven en este tipo de ambiente se repiten tanto que llegan a convertirse en una rutina donde se puede asumir que todo está bien tal cual esta y que no se requieren cambios, esto aun estando consciente que no es del todo cierto.

Ejemplos hay demasiados, sobre todo en el ambiente laboral, tanto de jefes “valientes” en exceso hasta empleados “cobardes” que les gusta serlo.

Y aquí es donde entre la culpa.

El sentimiento de culpa es una de las emociones más destructivas, y la mayoría de las personas la experimentan en mayor o menor grado, tanto si es por algo que ha hecho como por algo que no ha sido capaz de hacer.

La predisposición a sentirnos culpables, como consecuencia a ser “cobardes”,  puede haberse originado en la infancia, especialmente si tenía el tipo de padres o profesores que hacían sentir culpables por cada falta, por pequeña que fuera.

Cuando crecemos y empezamos a tomar conciencia de nuestros actos o palabras ahí entra en juego otra situación no medimos las consecuencias de lo que hacemos, la pubertad nos trae el cerebro al 1000% para irnos de “pinta”, probar el cigarro y/o cerveza. Pero ¿qué pasa cuando llegas a tu casa? El regaño de los padres y la famosa culpa aparece de nuevo.

Luego comienzan las relaciones de pareja, las situaciones que vamos viviendo y aprendemos a manipular para hacer sentir culpable a el/ella, por no habernos llamado, por no pensar primero en nosotros, por ser tan celosa, y por mil cosas. Las lagrimas, los enojos, la “ley del hielo” son ideales para crearles el sentimiento de culpa y hagan todo lo posible por arreglar lo que no está bien.

En el ambiente laboral la culpa aparece de nuevo. Cuantas veces tu jefe no te ha hecho dueñ@ de sus errores y te pide solucionarlo so pena de empezar a tomar medidas radicales. Pero aquí entra en juego algo mas, es tu trabajo y tu ingreso, no puedes hacer como con el novio que le sueltas las lagrimitas y te pide perdón  no,  aquí es algo mas lo que pones en riesgo  si no aceptas la culpa de alguien más. Es dejar que el “valiente” siga viviendo. Hasta que te armas de valor y decides dejar algo que no te conviene para buscar lo que permita revalorarte y, por supuesto, encontrarlo.

Es evidente que hemos cometido errores en el pasado, como todo el mundo. Todos podemos recordar acciones que desearíamos no haber hecho o palabras que preferiríamos no haber pronunciado. Recordar los errores del pasado es útil sólo cuando aprendemos de ellos. Mirar atrás para aumentar el sentimiento de culpa supone un gran derroche de energía. Sería mucho mejor darle la vuelta a esa energía y emplearla para algún propósito más positivo. Como el dejar de ser  “cobardes” y empezar a tomar decisiones que sean en nuestro beneficio, principalmente, sin afectar los intereses de los demás.